Inventamos un final de cuento

¡Hola chicos/as!


Falta muy poquito para que sea Navidad, ¡qué ganas tengo de que lleguen las fiestas y pasar tiempo con mi familia!.

Hoy os traigo un cuento navideño, pero quiero que le deis un toque vuestro. He quitado el final al cuento para que vosotros os inventéis un final, ¡echadle imaginación!

Por otro lado, vais a encontrar unas palabras subrayadas, si no sabéis lo que significan, buscadlas en el diccionario y poned un sinónimo.

Un saludo a todos, ¡os dejo con el cuento!


Matías y el muñeco de nieve

Matías en esa Navidad se sentía más solo que nunca, no tenía hermanos, sus amigos vivían muy lejos y sus padres estaban demasiado ocupados con los preparativos de la festividad. Decidió entonces pasar el día retozando en la nieve que se apilaba en el jardín de su casa, sin sospechar que esta daría vida a su nuevo mejor amigo.

Comenzó casi sin darse cuenta a moldear dos bolas de nieve, que colocó una encima de otra como si de un cuerpo y una cabeza se tratase. Luego arrancó dos ramitas secas de un árbol cercano y las colocó en forma de brazos. El muñeco de nieve iba tomando forma pero aún no parecía real, así que Matías fue corriendo a su habitación y agarró una bufanda de colores, un gorro de lana, un par de botones para los ojos, un peine para la boca y una zanahoria para la nariz.

Cuando iba colocando cada detalle iba creciendo el anhelo de Matías de tener un amigo para jugar, por lo que al terminar se sorprendió de ver que su muñeco de nieve había cobrado vida y le sonreía.

Matías se sintió feliz y pensó que no podía haber recibido un mejor regalo esa Navidad. El niño comprendió que cuando algo se desea con suficiente fuerza, puede volverse realidad. Emocionado comenzó a buscar un nombre para su muñeco que no dejaba de lanzarle bolas de nieve y corretear por el jardín. Después de unos minutos le dijo, – “te llamaré Copo de Nieve, ¿te gusta?”. El muñeco asintió con otra sonrisa y siguió jugando con Matías que nunca más se sentiría solo.

Así pasaron los días y Matías se divertía jugando con su nuevo amigo, al que también venían a ver sus compañeros del colegio y otros niños del vecindario. Todos reían sin parar de las ocurrencias de Copo de Nieve, que disfrutaba haciendo felices a aquellos niños.

Cuando comenzó a despedirse la temporada invernal..




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